Somos el encuentro clandestino, si charlamos todo oído, y en el beso todo bien. Somos un café y un cenicero, en el bar que ya sabemos, y a la misma hora que ayer. Somos unas rosas y algún libro, y el poema que hoy te escribo, en un trozo de papel. Somos un amor de fugitivos, sin que sepa tu mujer, ni se entere mi marido. Nosotros somos un amor pirata, un gran amor que sabe a miel y huele a trampa. Nosotros somos un amor en fuga, en equilibrio por el filo de las culpas. Los dos sabemos que este amor fragil y tierno, puede llevarnos de cabeza al mismo infierno. Y aunque los dos estemos condenados, si de algo hay que morir, quiero morir de amor, pero a tu lado.
domingo, 13 de septiembre de 2009
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